lunes, 1 de enero de 2018

Costumbres de otros mundos

Me di cuenta un martes, que no había regresado a mi casa; todavía no entiendo como pude errar en las coordenadas. Llevaba allí desde el domingo, llamando "pamá" y "mapá" a dos seres que se hicieron pasar por mis padres. Todo estaba muy cambiado, pero era normal, siempre noto rarezas cuando estoy fuera tanto tiempo. Ellos se esforzaron mucho por aparentar normalidad, sobre todo con los disfraces, y me trataron con cariño en todo momento... hasta el martes. Ese día, en mi casa, la de verdad, siempre comemos perro.


Autora: Ana Pascual Pérez

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